Ya está en las librerías la nueva novela del escritor local y columnista de este periódico, José Manuel Pedrós. ‘Grietas’, que así se titula el nuevo trabajo de este prolífico autor, es un libro formado por 21 relatos a lo largo de 340 páginas, que, en palabras de Pedrós: «hablan de hombres y de mujeres que intentan conocerse, aceptarse y convivir, aunque a menudo se producen fisuras que resquebrajan la estabilidad que al principio de toda relación auguran y desean sus protagonistas».
Más adelante, el escritor de Puerto Sagunto advierte al lector de que «Grietas es como un racimo en el que la figura femenina da luz al caos, aunque en algunos casos concretos pueda suceder al revés. En determinados momentos, su lectura es trepidante, pero en la mayoría de ellos es pausada, reflexiva, casi nostálgica, y nos lleva por unos derroteros en los que nos preguntamos si la misión que estamos desarrollando aquí es, en realidad, la que se debe de ajustar a nuestra idiosincrasia o a nuestro cometido».
Asimismo, explica Pedrós que, aunque la mujer pueda parecer la ‘mala’ en determinados momentos, no es ese el matiz: «En algunos relatos, y tras una lectura superficial, la mujer puede parecer la ‘mala’ de la historia, pero no es ese el matiz que tiene sino otro completamente diferente. En general, las protagonistas —como la antítesis del varón— son mujeres libres, independientes, autosuficientes, empoderadas, que no necesitan a ningún hombre para sobrevivir y que son ellas las que marcan las pautas y los límites, aunque en muchos casos todavía se encuentren inmersas en una sociedad que las relega».
Pero, tal y como aclara su autor, Grietas es también un libro que habla de resignación. «Resignarse es aceptar la derrota, y los personajes aquí esbozados son seres fundamentalmente aquejados de ella, como la mayoría de los mortales; porque los vencedores son siempre una parte minúscula, y lo que cuenta en esta vida son los sentimientos, las inquietudes y los anhelos de esa mayoría silenciosa, resignada a su suerte, que va cabalgando por la existencia con el ánimo y la ilusión de que cambie en un futuro su destino, aunque esa circunstancia solo se acerca a la realidad con la llegada de la muerte, el descanso eterno, el final de la derrota o la derrota máxima», matiza el novelista.
Sin embargo, Pedrós trata de quitar hierro al asunto: «No obstante, y a pesar de ello, no hemos de tomar al pie de la letra este abatimiento. Tenemos que ver todo en la vida con ojos positivos, y suponer que cuando los resignados consiguen salir a flote con alguna victoria, aunque sea parcial o mínima, ese triunfo vale para ellos mucho más que todas las guerras que a diario ganan los vencedores, esos que cuando son derrotados en algo se hunden por completo en la ciénaga nauseabunda de su propio poder, porque ellos no están nunca preparados para aceptar algo negativo con la resignación, pero también con la entereza, que puede mostrar la mayoría de los mortales».
En los 21 relatos y las 340 páginas hay presente una amalgama de sentimientos, según relata su autor: «el amor, el desamor, la infidelidad, el odio, la tristeza, la resignación, incluso la felicidad, todos esos sentimientos, y alguno más, engloban la sensibilidad, la pasividad y la hostilidad de todos los seres humanos. Nadie o muy pocos hay que se libren a lo largo de su vida de todas esas emociones, de todas esas pasiones. Y aquí, envuelta en esa turbulencia de afectos y desafectos, hay también historias dramáticas y desdichadas, junto a relatos románticos con un final inverosímil».
Por último, José Manuel Pedrós se refiere a un hecho que cada vez se afianza más, que son las mujeres las que están tomando el relevo a los hombres: «El relevo generacional es algo que siempre ha existido. Los hijos se han rebelado contra sus padres desde los albores del mundo, y la adolescencia ha marcado un punto de inflexión, en el que la admiración hacia nuestros progenitores se ha convertido en algo similar a un hostigamiento en aquellos puntos en los que los jóvenes no han coincidido con sus mayores. Pero en nuestro mundo actual, quizá por primera vez en la historia, son las mujeres las que están tomando el relevo a los hombres, y ese relevo es el que hoy deberíamos considerar como generacional. Esto es algo que ya se debería haber producido hace tiempo, pero no ha pasado hasta ahora. Las mujeres han sido olvidadas y silenciadas durante mucho tiempo por la hegemonía masculina. Sin embargo, merecen todo nuestro reconocimiento, todo nuestro apoyo, todo nuestro respeto y toda nuestra admiración. Sin ninguna duda», concluye el autor de ‘Grietas’, su nueva obra que, desde hace unos días, ya se puede adquirir tanto en soporte papel como de libro electrónico.
