Gracias por elegirme

Escrito por Carlos Gil Santiago
Viernes, 26 Abril 2024 21:02

Apenas habían pasado unos pocos días desde las elecciones municipales y autonómicas de 2015 cuando envié el primer artículo de una larga serie que, quincena tras quincena, me han ayudado a reflexionar sobre la realidad comarcal, autonómica y nacional, en este medio de comunicación. Recuerdo su título: Matemática política y, ni de lejos, permitía imaginar en qué se ha convertido, en estos casi diez años, eso que se ha dado en llamar aritmética electoral. Han sido años de muchos cambios, algunos muy significativos y todos de importante calado social. Y en todos ellos ha estado El Económico para contárnoslo y adaptarlo a la realidad de Camp de Morvedre.

El pasado lunes, como cada semana alterna, se me volvió a invitar a participar en esta sección de opinión, pero esta vez la invitación venía acompañada de una mala noticia: Es la última vez. El cierre de un medio de comunicación siempre es una mala noticia, pero el cierre de un medio amigable y cercano como este, lo es mucho más. El Económico nos ha ayudado durante muchos años, primero en papel y luego online, a vertebrar nuestra comarca y a hacernos llegar las novedades que ayuntamientos, instituciones y vecinos iban poniendo en marcha.

Gracias a El Económico hemos sido testigos privilegiados del crecimiento de esta gran comarca que tenemos, del desarrollo de nuestros pueblos y ciudades que, sin abandonar nunca su marcada personalidad rural, han ido mejorando la calidad de vida de sus vecinos periodo tras periodo.

En estos tiempos en que la comunicación interpersonal llega, en muchos casos, a la saturación vía redes sociales, contar con un medio ordenado, creíble y sistemático era un elemento fundamental para ordenar y estructurar la realidad más cercana. A todos nos gusta leer aquello que ya sabemos, nos gusta ver la perspectiva objetiva que el periodismo da a nuestra realidad, y nos gusta ver en las páginas de un periódico aquello que hace pocas horas vivimos en directo.

No voy a permitir que otras presuntas despedidas en diferido eclipsen la que es verdaderamente importante. Pero eso no significa que no vaya a aprovechar la ocasión de esta última reflexión para dar mi opinión sobre el tema. Seré breve. Ni los dimisionarios ni los suicidas avisan de sus intenciones con cinco días de antelación. Una vez más, Sánchez nos toma por tontos y hace que la opinión pública hable de lo que él quiere que hable y no de lo que realmente importa.

No sé qué es eso que tiene que reflexionar. No se tomó ni un par de horas para ceder a las imposiciones de Junts a cambio de sus siete votos, ni para abrir una crisis internacional en su posición sobre el Sáhara, ni para regalar a Bildu el Ayuntamiento de Pamplona. Pero hasta con eso hay que tener cuidado. Cuando Sánchez señala al norte, lo importante está en el sur. No me creo que su intención sea solo centrar las miradas de la sociedad y los medios de comunicación, nacionales e internacionales, en su mujer y en los delitos que presuntamente haya cometido. Probablemente, habrá que llegar algo más lejos y pensar qué se oculta tras esa cortina de humo que nos ha abierto con esa epístola, repentina aunque nunca improvisada.

Me gustaría poderme creer que la despedida de Sánchez es como la de El Económico: cierta. Pero no tengo la más mínima duda de que cualquier parecido será pura coincidencia. Mientras uno ha resultado útil a la sociedad a la que ha dado cobertura, el otro no ha hecho más que trocearla a su antojo y servirse de ella. Mientras uno cierra, de verdad, para siempre su edición, el otro se vuelve a envolver en la mentira, esta vez de una falsa retirada, para seguir manipulando la política y la sociedad.

Pero no quiero alejarme más del tema en que hoy pretendía centrar este artículo. No quiero dejar de agradecer cada vez que se ha tenido en cuenta al pueblo de Benavites a lo largo de todos estos años, ni dejar de lado lo que ha supuesto poder colaborar en una opinión plural y que siempre ha intentado ser responsable y constructiva. Confieso que, edición a edición, he sentido un pequeño cosquilleo al ver mis artículos publicados, que siempre he sentido curiosidad por ver esas frases destacadas en azul y que siempre, siempre, siempre he sentido gratitud por ver impresas esas líneas que siempre me han permitido compartir con sus lectores. Ahora, en el momento de la despedida, cuando cierro este último artículo, solo puedo decir: gracias por elegirme.

Carlos Gil Santiago
Alcalde de Benavites

 

 

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