Esta emisora se constituyó por iniciativa de un grupo de personas de izquierdas, se necesitaba un medio de comunicación autogestionado que diera información veraz y que fuese útil para sacar la lucha de los muros de la fábrica e implicar a la ciudadanía en la pelea

Memoria de Radio Unidad, una voz en las ondas contra el cierre integral de AHM

Radio Unidad informó, día a día, de las acciones que se promovieron por el mantenimiento de la cabecera siderúrgica integral, que finalmente terminó echando el cierre Radio Unidad informó, día a día, de las acciones que se promovieron por el mantenimiento de la cabecera siderúrgica integral, que finalmente terminó echando el cierre
Viernes, 26 Abril 2024 21:37

Colectivo de Radio Unidad

En octubre de este 2024 se cumplirá el 40 aniversario del cierre de las instalaciones de la siderurgia de Puerto de Sagunto, en el contexto de la ‘Reconversión Industrial’. Fue una pelea desigual entre el gobierno de Felipe González y todos sus resortes, a través del Ministerio de Industria, y la plantilla de AHM, con el apoyo y la unión solidaria de todo un pueblo. Uno de los instrumentos de lucha en esa disputa fue Radio Unidad, que inició sus emisiones en precario el 20 de julio de 1983. Esta emisora surgió por iniciativa de un grupo de personas de izquierdas que, ante la información descaradamente progubernamental que daban los medios de comunicación de la época, «nos planteamos disponer de una emisora de radio autogestionada, que fuese útil para sacar la lucha de la fábrica e implicar en la pelea al municipio Sagunto y la comarca». La emisora se puso en marcha con la aportación de 90.000 pesetas (540 euros) de los asistentes a la asamblea, donde se explicó el proyecto radiofónico.

La dirección de Altos Hornos del Mediterráneo ordenó el 5 de octubre de 1984 el inicio de los trabajos para el cierre definitivo de las instalaciones de la cabecera siderúrgica. Así finalizaba la resistencia de la plantilla siderúrgica que comenzó el 4 de febrero de 1983, fecha en la que los trabajadores se negaron a apagar el Horno Alto nº 2, desoyendo la orden del director de AHM, José Mª de Lucía. Durante 18 meses los obreros llevaron a cabo una lucha sin parangón, sin descanso, hasta que las federaciones sindicales mayoritarias llegaron a un acuerdo global con el Gobierno en octubre de 1984 para el cierre de la cabecera siderúrgica, acuerdos que no se cumplieron del todo, como fue, entre otros, no incluir en el Fondo de Promoción y Empleo a todos los fijos discontinuos.

En este 40 aniversario del desmantelamiento de ‘la fábrica’, se están haciendo diversos actos en este municipio para homenajear una lucha prolongada durante más de 18 meses, llevada a efecto por los siderúrgicos, y resaltar que por esa meritoria resistencia al cierre de AHM obtuvieron la solidaridad de todo un pueblo. En ese contexto de reconocimientos, Radio Unidad ha recibido el premio Gonzalo Montiel por el apoyo solidario al mantenimiento de los puestos de trabajo.

En esa contienda claramente desigual entre el gobierno del PSOE y todos los resortes del Ministerio de Industria contra la plantilla de AHM, entre los instrumentos de lucha de los que se dotaron diversos colectivos de la ciudadanía local para mostrar su rechazo al cierre, surgió una emisora, denominada Radio Unidad, a iniciativa de un grupo de personas progresistas y de izquierdas, varios de sus miembros no trabajaban en AHM, que, ante la información sesgada, incompleta y progubernamental que daban los medios de comunicación de la época, «nos planteamos disponer de nuestra propia radio, una emisora autogestionada» que diera información de primera mano, veraz, sin censura, lo más completa y en tiempo real posible. Que fuese útil para sacar la lucha de los muros de la fábrica e implicar en la pelea al municipio de Sagunto y su comarca, a los sectores comerciales, productivos y de servicios. Así se planteó en una de las asambleas multitudinarias que se celebraban en el campo de fútbol El Fornás, se aprobó y allí mismo se recogió la primera cantidad de dinero, unas 90.000 pesetas de la época, 540 euros de ahora, que permitió los primeros pasos de la emisora.

Del dial 89.3 a 103.3 Mhz

Los promotores del proyecto, con la colaboración inicial de varias personas, consiguieron una primera emisora muy modesta, de unos 20 vatios, de las que usaban los camioneros para comunicarse entre sí, modificada y ajustada a la frecuencia de 89.3Mhz., que para emitir de forma continuada había que refrigerar con ventiladores.

Poco a poco, mediante fabricación propia, se fueron completando el resto de los aparatos y equipo técnico necesario para emitir, consiguiendo el resto de aparellaje auxiliar de prestado y pequeñas adquisiciones. Para aumentar su radio de alcance, y por el mismo sistema de «móntelo usted mismo», la emisora original se sustituyó por otra de 60 vatios, controlada por un sintetizador multicanal que permitía elegir la frecuencia de emisión, se pasó a 103.3 Mhz. y el equipo se completó con mejor y más numeroso equipamiento técnico y auxiliar, en su gran mayoría de montaje y fabricación propia.

Primera Emisión

La emisión inaugural en pruebas de Radio Unidad tuvo lugar el 20 de julio de 1983. En su primera etapa los ‘estudios’ se ubicaron en una vivienda situada a escasos metros del cuartel de la Guardia Civil. En una habitación acondicionada para hacer música que utilizaban cuatro jóvenes, procedentes del ámbito de la cultura, que asumieron colaborar. Allí se grababan los programas con material inicialmente prestado y las cintas con las grabaciones de los programas se llevaban con una motocicleta al lugar donde estaba ubicada la emisora y la antena.

Pegatina R.UAnagrama de Radio Unidad

Desde la primera emisión se informaba de lo sucedido en las movilizaciones, asambleas, reuniones, comunicados, etc. La puesta en marcha de Radio Unidad fue destacada en El País (22.07.83) por el periodista Manuel Muñoz que tituló: «Un grupo de trabajadores de AHM ha puesto en marcha una emisora pirata de FM que emite información en torno al conflicto». Esta reseña aportaba más datos sobre la emisora. Al principio se emitía diariamente a las 10 de la noche para dar tiempo a que la gente llegase a sus casas desde su trabajo, de regreso de las movilizaciones, o al final de las larguísimas asambleas. La programación duraba lo que daba de sí el material grabado. Hay que destacar que, teniendo en cuenta lo que estaba en juego, el nivel de audiencia era muy elevado entre la población.

Curiosidad ciudadana sobre la ubicación

La ubicación de la emisora y su antena fue cambiando: desde el primer lugar, en una asociación vecinal, sin equipo, sólo montaje en pruebas, pasando por un segundo y tercer emplazamiento, emitiendo públicamente desde viviendas particulares habitadas por personas pertenecientes al Colectivo Radio Unidad, para recalar en su ubicación final, en Villa Maravi.

Antes de Villa Maravi, la ciudadanía local en general, desconocía la ubicación de la emisora y la situaban en lugares tan estrambóticos como, en una barca en el mar y el castillo de Sagunto, entre otras. «Siempre tuvimos constancia de que la policía nos tenía controlados en cada localización, pero nunca intervinieron, más algunos agentes paseaban alguna vez cerca de la dirección de la emisora».

En la última etapa se disponía de un emisor de 200 vatios con un equipamiento de fabricación propia, era suficientemente técnico y completo, y una antena de 18 metros montada sobre torretas metálicas. Y algo muy importante: disponíamos de un domicilio, Villa Mariví, con habitaciones para usar como estudio, reuniones, elaborar programas y emitir en directo. Y allí permaneció la emisora hasta el final, el año 1988.

Línea editorial

Radio Unidad era una emisora con una línea editorial democrática, daba voz a las entidades locales: asociaciones de comerciantes, partidos políticos, sindicatos, representantes de otras empresas locales o comarcales y, en general, a personas que tuvieran algo interesante que exponer, que afectara a los barrios, a sanidad, urbanismo, o sugerencias y quejas comunes sobre servicios públicos municipales y un largo etcétera.

La emisora fue una herramienta más, en la lucha por la defensa de los puestos de trabajo y el futuro industrial de nuestro pueblo. Haciendo hincapié en la necesaria unidad de acción de toda la plantilla siderúrgica y entre todos los sectores de la población. También se trataba del mantenimiento del medio de vida indirecto muy importante para la economía de muchas familias de nuestro pueblo y comarca: comercio, talleres, construcción, autónomos, etc.

Tuvo relevancia informativa sobre el día a día, como fueron las negociaciones con el Ministerio de Industria, lo tratado en las asambleas, los trabajos del Comité de Empresa, acciones de protesta y manifestaciones, horarios de actos, asambleas y salidas de autobuses, encierros y cortes de carreteras, comunicados y resumen de las noticias de prensa, radio y TV etc.. Cumplió otras funciones: sacar la lucha de los límites de la fábrica, mantener el espíritu de resistencia por el mantenimiento de la cabecera, incidiendo en lo justo de nuestra lucha y protesta y animando a su participación.

Contexto político

El desmantelamiento y consiguiente cierre de la siderurgia integral de Sagunto lo ejecutó un gobierno central socialista, el primero después de la dictadura y con la anuencia del gobierno de la Comunidad Valenciana, también socialista. Y de alguna manera, marcaba el paso de cómo podrían darse otras reestructuraciones a nivel del Estado. De hecho, las movilizaciones y resistencia que se dieron en nuestro pueblo tuvieron un marcado eco y repercusión nacional.

Las protestas se llevaron a cabo, no solo ante al Gobierno valenciano, también ante el central en la capital de España, ante la mismísima Moncloa. En ese contexto, Radio Unidad también incidió en la oposición a la política gubernamental sobre el desmantelamiento de la cabecera, a través del trasfondo y la interpretación política que se dio en todas sus manifestaciones y emisiones.

Fue un proceso y una situación difícil, sangrante y tensa para y entre las personas empleadas en la siderúrgica. Comenzaron a trascender rumores, propiciados por la empresa, para dividir a la plantilla, planes, listas… y esa incertidumbre generaba tensiones, suspicacias y recelos entre este amplio colectivo, fundamentalmente entre los de la ‘fábrica vieja’ y la ‘fábrica nueva’, es decir, Altos Hornos y la IV Planta.

Programación más generalista

En Radio Unidad se intentaba desmontar y combatir esa tensión, apelando a la necesaria unidad de acción y a la solidaridad, para que el conjunto de todos los trabajadores resultase lo menos perjudicado posible, canalizando el esfuerzo hacia el mantenimiento de todos los puestos de trabajo.

Al tiempo que la audiencia radiofónica se fidelizaba, se incorporaba más gente a la radio. Las nuevas colaboraciones, mayoritariamente jóvenes, permitieron incrementar las horas de emisión y la variedad de la programación, llegándose, en alguna etapa, a emitir desde las cinco o seis de la tarde hasta las dos de la madrugada.

Se optó por añadir programas de entretenimiento, música variada, desde Rock/Heavy y Clásica, programas de cineclub, entrevistas y un largo etcétera. Se pretendía, además de seguir informando sobre los aspectos de la lucha, distraer a la audiencia del estrés al que estaba sometida.

IMG 6342 copiaEl colectivo de Radio Unidad ha sido reconocido este 2024 con el galardón ‘Gonzalo Montiel’

La ampliación de la programación no pasó desapercibida. El País del 26 de marzo de 1984 publicó: «Todas las noches, a partir de las 10, se puede sintonizar Radio Unidad, la única emisora que dice la verdad sobre Sagunto, a decir de muchos habitantes de este municipio». El periodista Manuel Muñoz, además de mencionar la nueva programación, más lúdica, hizo referencia explícita al programa, ‘Sagunto Internacional’ que estaba diez meses en antena y durante una hora semanal informaba sobre temas de actualidad de otros países: la reconversión industrial en otras latitudes, como en Francia; la carrera de armamento y la conferencia de desarme de Helsinki; el Marruecos de Hassan II, o la situación en Palestina, la OTAN, el movimiento antimilitarista, la objeción de conciencia y el derecho al aborto, entre otros asuntos.

Otro programa, ‘La Mochila’, tenía formato de ‘Informe Semanal’, sobre los temas más candentes en el municipio, la comarca y España, que pilotaba Antonio Morcillo, un pilar importante en el colectivo de la radio, que ya no está entre nosotros. Él asumió conservar el archivo de la emisora que se ha dado traslado a la biblioteca municipal.

Así mismo, hay que indicar que la ‘plantilla’ que trabajaba la programación: artículos, entrevistas, noticiario, locución, etc., así como la realización técnica, estaba formada por personas trabajadoras de diversos sectores y estudiantes que, además de sus trabajos y estudios, «colaboraban desinteresadamente en la radio que, sin experiencia periodística, pero con esfuerzo e ingenio, sacaban adelante la programación».

Cuando terminó el proceso de cierre de la factoría, se optó por continuar las emisiones. Radio Unidad había cumplido con la finalidad de su creación: ser eco de la lucha. Se debatió y se optó por la utilidad de su continuidad con un formato más amplio, más generalista, pero sin abandonar su sesgo de izquierdas, democrático.

Financiación

Como ya se ha indicado, las 90.000 pesetas recogidas en las asambleas se destinaron a la puesta en marcha de la emisora, y como era insuficiente para su continuidad, se recurría a la solidaridad económica mediante venta de bonos, pegatinas, fiestas de amenización propia… Tras el cierre de la cabecera se financiaba mediante aportaciones de carnés de Amigos de Radio Unidad y cuotas del Colectivo de Radio Unidad. Ese fue siempre el único sistema de financiación, autogestionado.

Radio Unidad no hubiese sido posible sin todas y cada una de las personas que la formaron desde sus inicios, las que participaron en la elaboración y emisión de sus programas y de quienes la sostuvieron económicamente. Tampoco hubiese sido posible Radio Unidad sin la solidaridad y colaboración de todo el personal de la fábirca y de otros sectores de la población: comerciantes, grupos de estudiantes, personal de sanidad, grupos de teatro, enseñantes y de todas las personas que colaboraron con la emisora de una u otra forma.

El contexto en que Radio Unidad se creó fue de una situación complicada para nuestro pueblo. Había un ambiente de tristeza, preocupación y cabreo a la vez. La actividad económica y comercial decayó de forma importante. Había tensión entre trabajadores y en la población en general, también mucho enfado y motivación para la lucha, convencidos de que se estaba cometiendo una gran injusticia, de que el cierre era más político que económico, y que, además, «lo hacía un partido socialista y obrero, que gobernaba a nivel de Estado, en nuestra Comunidad y en nuestro pueblo. Aunque el alcalde socialista y otros concejales dimitieron».

Siguiendo la tradición obrera de este pueblo, durante todo el proceso había un ambiente de movilización, participación y de lucha continua por conseguir que, si finalmente se cerraba AHM, se garantizase una compensación económica lo más alta posible, y que se montaran empresas alternativas y estables que absorbiesen, en las mismas condiciones económicas que se tenían, la mano de obra despedida.

Tras el cierre de la cabecera, Radio Unidad fue perdiendo su capacidad de financiación económica, sus integrantes y colaboradores también mermaron su disposición altruista y de entrega, a la vez que tenían la necesidad de dedicarse a su propia vida y futuro, dándose por concluido un periodo de resistencia «que enriqueció nuestro bagaje cultural, social y de compromiso. Fueron unos años interesantes y una experiencia enriquecedora de resiliencia e interrelación social colaborativa, y ahora, tras 40 años, el Colectivo de Radio Unidad rememoramos aquel periodo con la satisfacción del trabajo bien hecho». Asimismo «consideramos que fue acertada la decisión de no seguir con la emisora porque la opción de competir altruistamente en un sector tan comercial como el radiofónico, podía ser una decepción».

En aquellos tiempos, algunos ayuntamientos se atrevían a montar su emisora local y se propuso al Ayuntamiento de Sagunto convertir Radio Unidad en emisora municipal bajo su control, ofreciendo para su funcionamiento el bagaje y experiencia del Colectivo Radio Unidad. Hasta se manejó un presupuesto, pero el proyecto no cuajó debido a «consideraciones políticas, miedos por parte de la Corporación de entonces a la usurpación de su espacio político». También se ofreció la emisora al ayuntamiento de Marinaleda, pero este consistorio ya contaba con una radio municipal.

Finalmente, indicar que tuvimos relaciones con otras emisoras autogestionadas, como Radio Clara y fuimos invitados por Radio Zinezine, de Limans (Francia), a un congreso de radios libres. En este encuentro el colectivo de la emisora anfitriona informó a los asistentes sobre la actividad de la radio en el conflicto de reconversión de Fos, la siderúrgica francesa.


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